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El mantenimiento de las ventanas de aluminio es fundamental para asegurar su correcto funcionamiento a lo largo del tiempo. A continuación, se describen los cuidados necesarios para prolongar su vida útil y evitar posibles fallos.

En qué consiste el mantenimiento de las ventanas de aluminio

El mantenimiento de las ventanas de aluminio implica limpiar y lubricar regularmente sus componentes para evitar la acumulación de suciedad y prevenir la oxidación. Se recomienda llevar a cabo una limpieza profunda cada seis meses, así como revisar su estado una vez al año para detectar posibles deficiencias.

Cómo limpiar las ventanas de aluminio

  • Utilizar un jabón neutro diluido en agua tibia y aplicarlo con un trapo o esponja suave.
  • Evitar el uso de productos abrasivos o disolventes, ya que pueden dañar la superficie del aluminio.
  • Secar bien las ventanas con un paño limpio y seco, especialmente en las juntas y marcos, para evitar la aparición de manchas de agua.

Cómo lubricar las ventanas de aluminio

  • Aplicar aceite lubricante en los puntos de giro y deslizamiento de las ventanas de aluminio para suavizar su movimiento y prevenir la oxidación de sus componentes.
  • No abusar del aceite en su aplicación para evitar que el exceso ensucie la superficie.

Consejos para prolongar la vida útil de las ventanas de aluminio

Además de un adecuado mantenimiento de las ventanas de aluminio, existen una serie de cuidados y recomendaciones que pueden prolongar su vida útil.

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Evitar golpes y roces

Las ventanas de aluminio son resistentes, pero pueden sufrir daños si reciben golpes o roces inesperados. Por ello, se recomienda tener cuidado al manipularlas y evitar el uso de objetos contundentes para su limpieza y mantenimiento.

Proteger el aluminio de la exposición al sol

La exposición del aluminio al sol puede llegar a deteriorar la superficie de la ventana, así que es aconsejable protegerla mediante tinte o láminas especiales.

Cambiar los burletes periódicamente

Los burletes son elementos de goma o silicona que evitan la entrada de aire y agua por las juntas de la ventana. Estos elementos sufren desgaste con el uso, por eso, es importante revisar su estado y realizar su sustitución periódicamente para un correcto aislamiento.

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